Agricultura y naturaleza son dos conceptos muy importantes para Ángela y Nacho, tanto que quisieron que estuvieran presentes en su boda a través de semillas de maíz, girasol, centeno…, y flores como la lavanda y las margaritas.
Dieron la bienvenida a sus invitados con un cartel boho decorado con faroles, margaritas amarillas y portavelas románticos y delicados en tonos rosados. A su izquierda una falsa chimenea con atrapasueños y toques tropicales completaba el conjunto.
Los invitados buscaron su sitio en un protocolo de portón de madera, con tarjetas personalizadas, decorado con baúles y cajas de madera así como con cestos con margaritas amarillas, cola de zorro, algodón y maíz.
Unas escaleras blancas de madera decoradas con frascos con margaritas, paniculatas y eucalipto sirvieron de espacio para que las invitadas colgaran sus pamelas y tocados y pudieran disfrutar de la boda con más comodidad. Pensando aún más en ellas, un conjunto de alpargatas de esparto, colocadas sobre cestos y cajas, esperaban a ser usadas durante el baile.
Completamos los centros de mesa (de Karmen Arreglos Florales), con meseros personalizados en marcos capiz y conos con las semillas que representaban a cada mesa. Las minutas y las tarjetas de agradecimiento también continuaron la temática escogida.
Para hacerse fotos nada mejor que un photocall con guirnalda de hojas tropicales, decorado con una caída de tela crema a un lado y adornos de plumas.
Un rincón del fumador hizo las delicias de los amantes del tabaco. Sobre una consola de madera expusimos en diversas bandejas cigarros y puros proporcionados por los novios.
Un conjuntos de sillones formaron un chill out con el fondo de una pared de enredaderas salpicada por lágrimas de cristal con iluminación led desde el que se podía disfrutar de las vistas que proporciona el castillo.
Una mesa dulce y salada para terminar la velada con palomitas, frutos secos y golosinas.
Creamos un ambienta mágico con guirnaldas de bombillas y leds en las columnas del claustro.
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