Cristina y Francisco celebraron su ceremonia con el rito de la arena en uno de los patios de la finca La Torrecilla. Querían una boda sin colores estridentes, en la que destacar el blanco, los crudos y la plata. A cada lado del principio del pasillo de sillas blancas de madera situamos un rincón de pétalos y un espacio con cubretacones. Al final del pasillo una consola francesa blanca esperaba a que los novios se dieran el “sí quiero”.

Una vez casados, comenzó la fiesta, dándoles la bienvenida con una decoración blanca en el patio de indias, con la impresionante piscina de fondo. Un candy bar, un photocall e iluminación led completo su bonita boda.

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