El estilo glamuroso de los años 20 del siglo pasado volvió renovado en la decoración de la boda de Helena y Samuel. Brillos, plumas, tonos dorados y plateados, unido a una papelería muy cuidada hicieron posible viajar un poco en el tiempo a esa época mágica.
Una decoración completa comenzando por un rincón de bienvenida en el que destacaba un conjunto de faroles con leds, flores naturales, un consola blanca de estilo francés y un marco rococó en cerámica gris indicando el día “B”.
Dominando todo el espacio, en lo alto de un alcor, colocamos los nombres de los novios y de su hijo, Rubén, en letras gigantes blancas, rodeados de leds que destacaron el espacio al caer la noche.
En ese mismo espacio de la finca colocamos el protocolo en un árbol de metal con las tarjetas de los invitados colgadas de sus firmes ramas a través de finas tiras de bisutería joya plateada. Todo ello iluminado tenuemente con velas y leds.
La zona de rélax la creamos en un espacio delimitado con una alfombra natural y un conjunto de mesa y 2 puffs de metal dorado, adornado con una guirnalda de bombillas americanas y faroles en tono oro viejo. Tanto de día como de noche esta zona fue un espacio cautivador.
Una cápsula del tiempo, el libro de firmas estrella de la temporada, además de hacer que los invitados dejaran un mensaje a los recién casados, ayudó a decorar un espacio vacío, con una damajuana, mesita, un árbol pequeño de forja blanca engalanado con portavelas y una madera serigrafiada para escribir en las tarjetas, personalizadas con la temática de la boda.
Hablando de la papelería, desde las tarjetas del protocolo hasta las de agradecimiento, pasando por los meseros, minutas y tarjetas de la cápsula del tiempo; llevaban una misma temática sencilla y elegante con un pequeño toque de olivo dibujado.
La cena se llevó a cabo en presencia de una gran encina. Las mesas estaban decoradas con un conjunto de 3 portavelas de cristal con detalle joya plateado, sobre un mandala blanco de madera, un marco capiz con el nombre de la mesa y detalles de olivo. Sobre cada plato una minuta con los platos a degustar y una tarjeta de agradecimiento. Y como detalle a los integrantes de la mesa nupcial, un servilletero joya plateado.
Un photocall de arco de madera con una guirnalda de olivo y cortinas blancas sirvió para hacerse fotos, tanto de día como de noche, iluminado con leds diamante.
Para terminar una mesa dulce de estilo Gatsby, con leds, portavelas, plumas y adornos joya plateado puso la guinda a esta boda.
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