Los novios Tania y Daniel celebraron su boda en La Pardalilla, en Plasencia, a principios de septiembre, en una de de las noches más cálidas del año. Querían una boda llena de detalles, con magia y especial en la que los viajes fueron el punto focal de la boda, con muchas maletas y baúles. Un cartel dio la bienvenida a los invitados, con elementos viajeros, lo que daba pie a la temática de la boda.
La lista de los invitados (el protocolo o sitting plan) se colocó en tarjetas pegadas en un mapamundi de estilo vintage. Además creamos una zona de chapas y postales para que los invitados dejaran sus recuerdos a los recién casados.
En la zona de cóctel unas 40 botellas de sidra estaban dispuestas a recibir a los invitados, a la vez que creaban un rincón rústico con cajas de madera. Una opción muy aconsejable si en vuestras familiar hacéis algún licor o bebida, como orujos, vinos… También se puede hacer con catas de aceite o de mermeladas.
Con unas cuantas botellas de sidra se puede crear un rincón espectacular que además refrescará a los invitados en las noches de calor.
Para completar letras gigantes blancas con las iniciales de Tania y Daniel y globos que los representaban. Una zona con salvatacones para que no se estropearan con el césped y el polvo. La maravillosa encina arededor de la que se celebró el banquete estaba ricamente decorada con leds y farolillos.
En ninguna boda debería faltar una zona dulce, como el candy bar que eligieron sobre una mesa de estilo rústico.
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