A María le encantan los girasoles: En su invitación, en los meseros, protocolo, botellas de agua personalizada… y como no, naturales para decorar su boda.
Un rincón de bienvenida con el Castillo de Las Seguras de fondo recibió a los invitados. Destacaron los tonos naturales, neutros y blancos, con un toque boho y vintage. La palabra “AMOR”, fabricada por los novios, definía a la perfección la emoción, mimo y detalle con la que se desarrolló esta boda de girasoles.
Con los invitados reunidos en el jardín del castillo llegó el turno de que la novia hiciera su entrada. Recorrió el pasillo franqueado por faroles sobre bases de madera y sillas Tifanny blancas para reunirse con Juan, el enamorado novio, que la esperó junto a un arco de madera decorado con atrapasueños y como no, girasoles. Enfrente de ellos colocamos un espacio reservado para el mediante, siguiendo la temática natural y fresca de toda la boda.
Finalizada la ceremonia los invitados lo celebraron con María y Juan lanzándoles arroz y confeti, consiguiendo un efecto muy chulo lleno de color.
Durante el cóctel ofrecido por Machaco catering los invitados tuvieron tiempo de saber cuál sería su mesa en el banquete posterior. Para ello debían buscar su nombre en las tarjetas con detalles de girasoles que colocamos sobre un “decorado” que simulaba un camerino de cine. Una silla de director de bambú y detalles vintage completaban el conjunto.
En los centros de mesa destacaban de nuevo los girasoles, tanto en tarros de cristal y cuerda como en el diseño de los meseros que colocamos en marcos de madera y en un marco de nácar más grande para la mesa nupcial. Todo iluminado con velas que crearon una atmósfera mágica al caer la noche.
Los invitados iluminaron el primera baile de los novios con bengalas. Después todos disfrutaron de la barra libre bajo la iluminación led de los árboles del castillo y el resto de rincones encendidos. Además pudieron descansar entre baile y baile en un rincón chill out y reponer fuerzas con golosinas del candy bar.
Deja tu comentario