Laura y Sergio eligieron celebrar su amor en 2020 y nada iba a hacerles cambiar de idea. Su boda fue íntima, con menos invitados de los que les habría gustado, pero eso no fue un problema para disfrutar con sus familiares y amigos más cercanos.
El estilo rústico, con maderas, fibras naturales y pampas estuvo presente en toda la boda, desde la bienvenida, con su ceremonia civil y lluvia de arroz y pétalos, hasta los centros de mesa. Una decoración integral homogénea en su diseño, con un toque mediterráneo en la papelería, la cual emulaba el mar calmo que baña las calas de Menorca. Ese detalle en azul hizo destacar el seating, los meseros y las minutas.
Disfrutad de estas imágenes de una pareja que vivió su día con total normalidad, respetando todas las medidas en este 2020 tan atípico.
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